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Crónica de un viaje del rey Alfonso XIII a Granada y Láchar

Recopilación de las crónicas de la época, por Alejandro Soldado

rey  Alfonso XIII CRÓNICA DEL VIAJE DEL REY. (octubre/Nov. 1906)
Han comenzado los preparativos para recibir á los reyes. El gobernador, el conde de Benalúa, el alcalde, el presidente de la Diputación y el diputado Sr. Lachica se han reunido adoptando acuerdos. Los reyes se alojarán en el Ayuntamiento, trasladándose durante su estancia las oficinas municipales á otro edificio. La Diputación organiza una función de gala en el teatro de Isabel la Católica, en la que actuará la compañía de D. Luís Echaide. Si la reina Cristina y el ministro de la Guerra acompañan á los reyes, la primera se hospedará en el «Carmen» del conde de Benalúa y el segundo en casa del Sr. Lachica. Durante la estancia de los reyes en Granada se celebrarán grandes festejos, para cuya organización se ha nombrado una comisión de concejales. Entre las fiestas que se preparan figura una corrida de toros en la que tomarán parte Fuentes y Bombita. Se está preparando el tren de lujo que conducirá a los invitados, en los talleres del Conde de Benalúa.
Se dice que el rey permanecerá tres días en Lachar, cazando en la hermosa finca que el señorío de Láchar posee el Conde de Benalúa, duque de San Pedro de Galatino.
En el castillo del conde de Benalúa donde se alojará el Rey durante su estancia en Láchar no se han hecho modificaciones de ningún género al objeto de que S.M. conozca una casa de labor andaluza en su aspecto ordinario.
Se confirma que la cacería durará tres días. Los ojeos de perdices, abundantísimas, empezarán al amanecer; se suspenderán  a las once para almorzar, en el sitio donde esté D. Alfonso y se continuarán por la tarde hasta la hora del té que tomarán los cazadores en el castillo. A las ocho se servirá la comida. Es muy probable que S. M. tome parte en otra cacería algún día en el coto Trasmulas, propiedad del conde de Agrela. Como es sabido, el de Trasmulas es uno de los más hermosos cazaderos de España. De hecho conde de Agrela ofreció sus respetos a S. M. el rey y partió el 30 de octubre desde Madrid para Granada, con objeto de disponer en su hermosa finca de Trasmulas, todo lo necesario para la recepción y alojamiento de S, M. el Rey y S. A. el infante Don Carlos.
Los cazadores serán el Rey, el infante Don Carlos, duques de Santoña, de Alba y de Arión: marqueses de Villaviciosa, de Viana y de Portago: condes de Valdelagrana, San Román, el Grove y Benalúa, y, probablemente, el de Romanones, así como los señores Urzáiz y García Nogueras. El conde de Benalúa marchó a Madrid el día 23 de octubre 1906 para ultimar algunos detalles del viaje regio. Regresará en breve.
Aplazamiento del viaje
Se han hecho públicos los informes oficiales, participando que Sus Majestades han aplazado su propósito de visitar la capital de Granada en atención al delicado estado de salud en que se haya la Reina Victoria, que ha entrado, según parece, en el cuarto mes de su embarazo. Por otra parte, la infanta María Teresa se haya en el quinto mes del suyo.
Por la Dirección general de Telégrafos se han dado órdenes para establecer comunicación telefónica entre Lachar y Granada y para que se tienda un nuevo hilo telegráfico entre Madrid y esta capital. En el caso de que la reina no acompañe al Rey, éste residirá en Lachar, desde donde vendrá un día á visitar Granada.—

El día 2 (nov. 1906) a las seis y cuarenta minutos de la tarde saldrá el Rey en tren directo especial con dirección á Málaga. En este puerto fondeará la escuadra inglesa del Mediterráneo, que manda el príncipe de Battenberg, tío de la Reina Victoria. A bordo del buque almirante va un hermano de la soberana. La reina Victoria regresará directamente a Madrid desde Málaga.
Don Alfonso asistirá á una cacería en Lachar regresando luego á la Corte. No visitarán Granada, Córdoba y Sevilla como habíase proyectado, dejándose para cuando realicen la excursión que se proponen llevará cabo en no lejano plazo, por toda España  embargo, es posible que los reyes vayan por mar durante su estancia en Málaga, hasta Gibraltar, donde visitarán la plaza, como meros turistas. El regreso está señalado para el día 6 ó el 7.  Acompañarán á los soberanos la camarera mayor de Palacio, la duquesa de San Carlos, el marqués de Viana, duquesa de Santo Mauro, el inspector general del Real patrimonio, señor Zarco del Valle y representaciones del cuarto militar del Rey.
Formarán parte del séquito de S.S. M.M., además, los ayudantes del rey, los señores conde del Grove y Boado y el médico de la Reina.
Créese que la visita a la escuadra inglesa  se efectuará el día 4, constituyendo el único objeto de la regia visita, saludar al tío y al hermano de la Reina Victoria. Los reyes, durante su estancia en Málaga, se alojarán en el acorazado Pelayo.

Telegrafían de Málaga que á las ocho y cuarto de la noche ( 05-11-1906) llegó el Rey á Lachar, acompañado de las autoridades y personas invitadas á la cacería. La Reina continuó su viaje á Madrid acompañada de la duquesa de San Carlos, duque de Santo Mauro, general Boado y doctor Glendinini, separándose los Reyes en la estación de Bobadilla.

A la estación de Íllora - adornada con banderas y escudos- llegó el tren real a las siete de la tarde. Esperaban al Monarca el pueblo en masa, comisiones de dicho pueblo y de la capital, presididas éstas por el alcalde de Granada, Sr. Lachica , el Sr. García Sola y el Pte. de la Audiencia. En el momento de entrar el tren real, la Banda Municipal tocó la Marcha Real y se encendieron múltiples bengalas y hachas de viento, mientras se disparaban gran número de cohetes y lucían varios grupos de mecheros de acetileno. El efecto era por todo extremo alegre.
Después de cumplimentado por las autoridades, el conde de Benalúa llevó al Rey a visitar sus graneros que están en la misma estación. En ellos había trigo por valor de mil duros, producto de la cosecha del año pasado. Terminada esta visita, transbordó S.M. al vagón pequeño muy bonito, construido ex-profeso para este viaje, dirigiéndose a Láchar distante siete Km. El pueblo de Láchar hizo un entusiasta recibimiento al rey, vitoreándolo y quemando profusamente bengalas y cohetes. A la entrada del pueblo había dos arcos con dedicatorias a D. Alfonso XIII.
Con el Rey hacen el viaje desde Íllora, por el ferrocarril azucarero de vía estrecha, además de los personajes palatinos, el conde de Benalúa y los duques de Arión, Alba y Santoña y otros invitados a la cacería. Al día siguiente (06-11-1906) comenzaría la cacería que se temía deslucida por efecto de la pertinaz lluvia y el fuerte viento reinantes.
A poco de llegar, comieron los cazadores.
Se ha instalado un teléfono para S.M. el rey.
En el pueblo como en la finca los vivas entusiastas saludaron y acompañaron constantemente al rey.

El señorio de Láchar
El fundador y título de este Señorío fue el conde de Tendilla, quien lo recibió en pago de esclarecidos servicios en la conquista de Granada, de manos de los Reyes Católicos.
La finca del conde de Benalúa, sucesor de los antiguos señores de Láchar, es tan grande, que en ella se recolectan 80.000 fanegas de grano.
Doce guardas a caballo vigilan los 32 Km. que hay de linde a linde.
Dentro del Señorío existen cuatro pueblos.
La cacería se verificará en Láchar, La Zahora, Las Chozas y Tajarja, pasándose luego a la inmediata de Trasmulas, que es de los condes de Agrela.

—Dicen de Granada que en la cacería verificada en Lachar con asistencia del Rey, se cobraron 700. perdices y 111 liebres. El Rey mató 159 de las primeras y 39 de las segundas.

—Comunican de Granada que á causa del temporal de lluvias se ha desbordado e! río Genil, inundando toda la vega.  —El Rey ha salido de Lachar (07-11-1906)  para Cotos, donde fue aclamado por el vecindario. La tirada á los patos silvestres ofreció pocos resultados por escasez de aves; en cambio fueron productivos los ojeos de perdices.

—Mañana sábado (10-11-1906) llegará á Madrid el Rey, procedente de Lachar, donde ha estado cazando estos días. El número total de perdices cobradas asciende á 1.200 y el de liebres á 50.

—Comunican de Granada que el Rey salió á las nueve de la noche para Madrid, siendo despedido por las autoridades y adamado por el público.

El Rey ha dejado importantes donativos para los pobres de Lachar y demás pueblos vecinos. Al salir de Lachar para tomar el tren en llora y regresar á Madrid, fue acompañado por el vecindario con bengalas y hachas de viento, reinando gran entusiasmo.

Regreso del Rey
A las 12 h 50' (10-11-1906) ha regresado el Rey á Madrid después de asistir á la cacería organizada en Lachar. Por expreso deseo de S. M. no se le han tributado honores. En la estación del Mediodía esperaban toda la familia real, altos funcionarios palatinos, ministros, autoridades, el nuncio de Su Santidad, los obispos de Madrid-Alcalá, Sión y Pamplona y muchos personajes caracterizados. La Reina Victoria llevaba un abrigo gris con cuello de pelo y en el sombrero plumas grises. La Reina Cristina llevaba otro abrigo muy parecido. Los Infantes don Carlos y don Fernando vestían de uniforme. El Rey vestía de paisano. Don Alfonso, al descender del tren, saludó á la familia real y habló algunos momentos con el presidente del Consejo. Luego las augustas personas, en dos bandos, se dirigieron á Palacio, pasando por la calle de Alcalá. Tanto en la estación como en las calles del tránsito, había numeroso público, que tributó muestras de simpatía á las augustas personas. Con el Rey han regresado todos los que le acompañaron en la excursión á Lachar, excepto el duque de Alba, que se ha quedado en Sevilla, el marqués de Viana, que se ha quedado en Córdoba, y el marqués de Val de la Grana, que se quedó en una de las poblaciones del tránsito.